Julia Pérez Hernando. Una empresa belga pone en práctica unos comodos chips de identificación para los empleados del tamaño de un pequeño grano de arroz.
La tecnología de hoy en día cada vez evoluciona más rápido y los belgas no se han quedado cortos y han decidido implantar en una empresa unos chips de identificación, que como en casi todos sitios encontramos tanto críticas como gente que afirman que les hace la vida más sencilla a la hora de ir al trabajo también habido gente que dice que les parece una falta de intimidad y dicen que se sienten espiados.
Estos chips son igual que un grano de arroz y son parecidos a los que son implantados a las mascotas, lo que ha generado críticas de gente diciendo que son tratados como unos animales. Estos empezaron en la empresa belga pero ahora ya hasta ha empezado a dispersarse empezando por suiza. La gente que se niega a implantarse estos cómodos o invasivos chips se les pone un anillo en el que están guardados todos los datos importantes sobre el empleado.
La empresa llamada Newfusion, usan sus chips para una facilitará a sus empleados el poder abrir puertas puertas sin la necesidad de llaves fácil de perder. Este chip tiene un precio de unos 100 euros por chip y son insertados debajo de la piel entre el pulgar y el índice.
De las ocho personas que están poniendo a prueba este chip de forma totalmente voluntaria. El idealizador de este objetivo afirma que se le ocurrió cuando al ir al trabajar se le olvidaba a menudo su tarjeta. Hablando de la pregunta de mucha gente y es si es peligroso, Vincent Nys el director de la empresa nos asegura que hasta un iphone puede llegar a ser 10 veces más peligroso.
El Rincón de la palabra 